Me
empeñé en decirte adiós y tú, pocos días después, vienes y me
dices hola. Este argumento de canción de los Beattles, esta manera
tan prosaica de desvirtuar una derrota que sonaba a despedida y este
regreso anunciado únicamente por fuentes procedentes del gremio
periodístico y por un sucinto “I´m coming back” en su facebook,
definen la forma de hacer y de pensar del actual Kevin Garnett, ese
dinosaurio de las canchas capaz de promediar más de 19 puntos y más
de 10 rebotes en los playoffs.
Al 5
de los Celtics le ha sobrado verano para decidir el qué, el cómo y
el dónde. Garnett no ha querido que el dolor de la herida abierta
por los Heat desapareciese del todo antes de darle el sí a una
franquicia a la que le ha entregado los mejores años de su vida. Un
sí que no es sólo para la franquicia, que es también para la
afición y que está dedicado a sus compañeros de equipo y, sobre
todo, a su entrenador, a Glenn “Doc” Rivers, el principal
responsable de que el equipo con más anillos siga siendo un faro
dentro de una liga que aún permanece boquiabierta ante las
exhibiciones de sus dos más rutilantes estrellas.
Por
suerte la Sombra, como se le empezó a conocer en sus primeros años
en la liga, no quiso cobijarse bajo la figura de un Lebron o un
Durant para seguir ampliando su palmarés. KG prefirió escuchar a su
corazón, a esas razones que nadie entiende y que quedaron
simbolizadas en las lágrimas que a duras penas pudo contener Doc
Rivers al saber que aquélla de Miami podía ser su última aventura
juntos. Ahora sabemos que no lo fue, que habrá más cumbres que
alcanzar, que surgirán, seguro, nuevas voces a las que callar.
Es
más, esas voces ya están apuntando a la excesiva cuantía del nuevo
contrato, 34 millones de dólares, y, especialmente, a su duración,
tres años siendo este último opcional. Se cuestionan los kilómetros
que llevan acumulados sus piernas, se duda del peso que ha jugado el
rancio romanticismo en la decisión. Pero no. Doc Rivers no apostaría
por Garnett sólo por la relación personal que les une. Priman los
motivos deportivos, el hecho de que siga siendo uno de los cinco o
seis mejores ala-pívot de la liga y uno de los tres mejores center.
Ello, más el papel de tutor que puede ejercer sobre las nuevas
perlas adquiridas en el Draft. Jared Sullinger, Fab Melo y también
jugadores más veteranos como Jajuan Johnson podrán disfrutar de un
Master avanzado en movimientos de espaldas y de frente al aro, en
defensa de pick and roll, en comunicación defensiva, trash-talking,
competitividad y, sobre todo, en ética de trabajo y sentido de la
responsabilidad.
Lo
decía el propio Rivers en referencia a Jared Sullinger. “Tiene
grandes fundamentos, sólo nos queda enseñarle cuál es el Celtic
Way”. Y qué mejor profesor para ello que Kevin Garnett, un
chico de barrio nacido para jugar a esto que aprendió lo que es el
baloncesto cuando ya maduro aterrizó en Boston, la capital mundial
del esfuerzo y la pasión. La capital mundial de la victoria.
UN
ABRAZO Y BUEN BALONCESTO PARA TODOS
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1 comentarios:
Una vez más te apresuraste en tu predicción. Que no te pueda el ansia, ni la desesperanza.
Boston casi siempre sabe hacer bien las cosas. KG tiene basket para rato y lo demuestran sus 3 años de extensión.
El núcleo parece que permanecerá intacto, el draft parece que no ha ido mal, ahora solo queda un buen fichaje interior. Un pívot de garantías y un escolta finalizador para acompañar a Rondo.
Lo 2º es más fácil (hay miles), pero para traer a un Pívot de garantías (sobre todo físicas) deben quitar lastre: O'neil, Pavlovic, Green, etc.
Abrazos!
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